lunes, 21 de abril de 2014

Capítulo 23 (Segunda Temporada)

MARATÓN PARTE 3

Arrancó rápidamente la moto Harry,  el olor a gasolina me invadió por unos segundos, hasta que empezó a acelerar. Me agarre fuertemente de él,  mientras que notaba que mis ojos se aguaban. En cuestión de minutos estábamos en el hospital, y en cuanto Harry aparco yo baje corriendo. Pregunté en recepción,  mi corazón estaba acelerado. "Habitación 103".

-¡MAMÁ! -grite al entrar en tal habitación.  Mi madre estaba con muchos cacharros extraños. Un doctor vino hacia mí.

-Tranquilícese. -me dijo.

-¿Cómo coño quieres que me tranquilice? -estaba mal, muy mal. No podía ver así a mi madre.

-Sí esta así no puedo dejar que este aquí.

-¿Cómo está? -dije aparentando estar algo más tranquila, pero por dentro no era para nada así.

-Le falló el pulmón, llevaba mucho tiempo con cáncer de pulmón provocado por su tendencia a fumar. -La mato, le había dicho mil veces que intentará dejarlo - no hay mucho que hacer, le conectamos oxígeno para ver, pero dudo mucho que salga de esto.  -Me calló una lágrima y me acerque a ella, el doctor nos dejó solos.

-Mamá,  te dije mil veces que dejaras de fumar. ¿Por qué nunca me escuchas? No puedes irte,  ¿ahora me dejas sola? -cogí su mano, y ella movió levemente su cabeza hacia mí, perezosamente abrió los ojos. -Lo siento por no ser la mejor hija mamá, lo siento mucho. Por muy estricta que fueras conmigo se que era por mi bien, y sé que te jugué malas pasadas. Lo siento.

-Cariño -le costaba mucho hablar-eres lo mejor que me ocurrió en esta vida.

-No quiero quedarme sola, mamá.

-Se que podrás seguir adelante, -me agarro la mano. -Te quiero -dijo con su voz más débil que antes. Cerró los ojos y yo no evite que las lágrimas que antes amenazaban con salir, saltaran.    

Le besé la mano, sabía que no despertaría más. Lo sabía. Hice un silencio, noté que alguien me abrazaba por atrás, Harry. No había notado su presencia hasta ese momento, pero la agradecí.  Me gire y le abrace muy fuerte, teniendo un hombro en el que llorar mientras él me acariciaba el pelo.

-Me dejó sola -dije en su cuello, como una niña pequeña.

-Sola nunca amor.

¿Y ahora que hacía yo? No lo sabía. 



Continuará...

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