miércoles, 12 de marzo de 2014

Capítulo 3 (Segunda temporada)

El chico alto que más de una vez había visto apareció. Igual que la última vez, a pesar que habían pasado meses, muchos meses sin verlo. Sus rizos caían por su frente, pero aún así se le veían los ojos, sus preciosos ojos esmeralda. Esos labios extremadamente colorados.

Había pegado al que pretendió darme, y se había desmayado. 

-¿Vosotros también queréis? -preguntó amenazante con su ronca voz, y enseguida los otros dos empezaron a correr. Les había intimidado. 

-H-aa-ha-Harry, -tartamudeé- ¿qué haces aquí? 

-Oí como gritabas desde una cafetería de por aquí. -Hubo un pequeño silencio, el dirigió la mirada a Louis. -Que novio más blando tienes, ¿no? - ¡Mierda! Es verdad, Louis. Miré de nuevo hacia él, tenía bastante ensangrentado el labio. Cogí un pañuelo del bolso, e intenté limpiársela un poco. Él gimió y movió la cabeza. 

-Louis, ¿estás bien? -pregunté preocupada. Él volvió a gemir, me preocupaba mucho. -Louis. 

-Relájate. -Dijo Harry al ver que no dejaba de llorar. 

-¿Cómo quieres que me relaje? Mira como le dejaron esos matones. Llama a una ambulancia. -Él quedó unos segundos parado. -¡Rápido! -Reaccionó, le dejé mi móvil y llamó. -Louis, reacciona. -Él no decía nada, tan solo hacía muecas con la cara. -Joder, joder y joder.


En pocos minutos la ambulancia estuvo allí. No me dejaron entrar con él a pesar de todo lo que hice por intentar convencerlos. Así que se fueron con Louis en su interior, mientras yo maldecía a todo el mundo.

-Anda vamos. -Dijo Harry. Yo le miré. -Tengo el vehículo al final de la calle... Te puedo llevar al hospital. -Hubo un pequeño silencio. -Si quieres, claro.

-De acuerdo.

Empezó a caminar y yo le seguí. No decíamos nada, tan solo había silencio. Pero quería preguntarle tantas cosas.

Al poco se paró en frente de una moto.

-Venga, vamos. -Me tendió un casco, mientras él se ponía el suyo.

-No pienso subir ahí. -Me quejé. La moto era algo peligroso, nunca había subido a ninguna ni pensaba hacerlo. Él me miró alzando las cejas. -No me mires así... Me da miedo.

-¿Quieres o no ver a Louis? -Me lo pensé muy bien, quería ver a Louis. Así que cogí el casco con un suspiro, y me lo puse. Él me dejó sitio, y con cuidado subí. Me cogí de su cintura, muerta de miedo. Él hizo el amago de arrancar, con un tremendo ruido. Pero dejó de hacerlo. - Si me aprietas tan fuerte no puedo conducir. -Me dijo.

-Perdón. -Dije con las mejillas enrojecidas, pero no se me notaba gracias al casco. Aflojé un poco el agarre, y él puso en marcha el ruidoso cacharro. Sentí mucho miedo, me agarraba a él muy fuerte. Desde luego, subí en esa temible máquina porque quería saber cómo se encontraba Louis, si no ni de broma. Y entre otras cosas me preguntaba, ¿cómo que es que ahora tenía carnet de moto? ¿Y cómo es que consiguió una moto? No lo sabía.

Tardamos como cinco minutos en llegar, pero se me hacían eternos. Cuando paró en el aparcamiento, aún seguía con los ojos cerrados aterrorizada.

-Ya hemos llegado. -Dijo él, pero apenas le escuché por el casco. Al no oír el tremendo ruido de la moto, fue cuando me di cuenta de que habíamos frenado. Abrí los ojos poco a poco y lo confirmé. Me quité el casco, y me di cuenta de que Harry ya se lo había quitado, estaba sonriente.

-¿Por qué sonríes? -pregunté.

-Estabas tan adorable abrazándome por el miedo.

No le respondí, tan solo le di el casco y fui inmediatamente al interior del hospital. Casi corriendo me acerqué a un mostrador a preguntar por Louis.

-¿Cómo que está en urgencias? -pregunté algo exaltada- Pero está bien, ¿no? ¿Puedo verle?

-Lo siento señorita, ahora mismo no. Puedes ir a la sala de espera, está a la izquierda, hasta el fondo y luego girando a la derecha. -Asentí.

-Muchas gracias.

Fui por donde la señora me indicó, casi corría. Sabía que no podía verlo ahora, pero necesitaba noticias suyas. Me frustré un poco cuando llegué a la sala de espera y estaba casi vacía. Me senté en el suelo, ya que tan solo había dos sillas, y las dos ocupadas por las dos únicas personas que había en el salón. Me preocupaba mucho Louis, y me calló una lágrima. No quería que le ocurriera nada por mi culpa. Él no tenía nada que ver con esos matones, yo sí. ¿Por qué la pagaron con él? Recordaba visualmente los golpes que le metieron. Me aterrorizaba solo pensarlo.

-Por favor -dije en voz baja para mí misma- que salga pronto el doctor con noticias.

Continuará...

2 comentarios :