lunes, 10 de febrero de 2014

Capítulo 21

Al día siguiente estaba castigada. Es de suponer, con lo tarde que Harry y yo habíamos llegado ayer. Estaba en mi cuarto, había terminado de comer hace apenas diez minutos.

Había decidido poner música, así me desaburriría un rato. Encendí mi iPod, y lo enchufé a unos amplificadores. Puse una canción bastante conocida, creo que se titulaba 'Neon Lights' de Demi Lovato. Me encantaba esa canción, así que la puse, y subí el volumen. Me tumbé en la cama, y empecé a tararearla. Me encantaba. Me levanté y la canté mientras me miraba en el espejo. Me encantaba cantar, aun que lo hacía realmente mal. Cogí el peine, y ahora más bien gritaba, lo pasaba en grande yo sola.

Shining like stars cause we're beautiful, beautiful
You're all I see in all these places
You're all I see in all these faces
So let's pretend we're running of time, of time

Like Neon Lights
Like NEON LIGHTS!


Estaba bastante motivada con los ojos cerrados y el 'peicrófono', que hasta que no terminó la canción no me di cuenta de la presencia de Harry, en el marco de la puerta casi muriendo de risa. Abrí los ojos como platos y quité la música. Dejé mi peicrófono a un lado mientras notaba la acumulación de sangre en mis mejillas, estaba como un auténtico tomate.

-¿Cu-cu-cuánto llevas ahí? -pregunté tartamudeando.

-Un buen rato. -Dejó de apoyarse en el marco y se sentó en la cama. -¿Qué tal el concierto estrella? -preguntó riéndose. Yo me acerqué a él y le di una suave colleja, -¡auch!- se quejó, aunque seguramente no le hizo más mínimo daño.

-Pues muy bien, al público le encantó. -Él siguió riéndose y a mí también se me escapó la risa.

-¿Hoy salimos? -me preguntó al pasar el ataque de risa.

-Ya sabes que estoy castigada.

-¿No puedes escaparte?

-No, no me voy a escapar. -Contesté. Últimamente por culpa de Harry no paraba de romper todos mis esquemas.

-Bueno, pues nos podemos quedar aquí.

-¿Te apetece  ver una película? -pregunté según me vino la idea a la cabeza.

-Está bien. -Contestó.

-Voy a hacer algo de merienda, quédate aquí. -Él asintió, y yo salí del cuarto hacia la cocina, donde cogí del frigorífico unas bebidas. Esta vez zumos, no cerveza. Y después unas palomitas con alguna que otra chuchería. Lo coloqué en una bandeja y salí de la cocina.

-¿Dónde vas con eso? -me preguntó mi madre, que estaba sentada en el salón.

-A ver una película con Harry, madre. -Contesté.

-Cariño, siéntate aquí un momento. -Dejé la bandeja en una pequeña mesa y me senté a su lado. -Creo que Harry te está afectando, desde que llegó a esta casa estás bastante revolucionada. Y juraría que antes de eso, te vi alguna vez con él en la playa. No te está haciendo bien.

-¿Dónde quieres llegar con eso mamá?

-Pues, aléjate un poco de él.

-Pero si vive aquí, ¿cómo me voy a alejar de él?

-No lo sé, pero no me gusta que estés tanto tiempo con él. Al fin y al cabo es el hijo de la empleada.

-Mamá, no llames empleada a Nana. Ella es muy buena con nosotros.

-Pero sigue siendo una empleada hija.

Yo no contesté, tan solo me levanté, cogí la bandeja y volví a mi cuarto con Harry, el cual estaba en el sofá de mi cuarto en frente de la tele ya con una selección de unas cuantas películas listas.

-Cuando has tardado. -Se quejó.

-Lo siento. -Dije con una sonrisa y depositando en una mesa la comida y bebida.  Me senté a su lado y miré las películas que había escogido - Harry, son todas de miedo. -Me quejé.

-¿Qué quieres ver si no?

-No sé, alguna romántica, o de comedia. No de miedo.

-No, una de miedo es mejor. Mira esta, se estrenó hace poco. -Señaló la primera.

-Ni hablar, ¿quieres que no duerma en una semana?

-Bueno, ¿entonces cuál quiere la señorita?

-Esta. -Señalé la carátula de Titanic. Una mítica película que para mi jamás pasaría de moda. Creo que si nunca viste Titanic, es que no eres humano.

-¿En serio? ¿Esa? -Preguntó y yo asentí. Con un bufido asintió, así que metí el Dvd en la televisión y comenzó la película.


Continuará...

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