-¿Qué pasa para que te
pongas así de contenta? -dijo Louis asomándose desde su ventana.
-Mi amiga Ana. Va a venir
aquí este verano.
-¿A si? -dijo interesado.
-Si -dije entusiasmada-
voy a avisar a mi madre, ahora vengo.
Fui como un bólido a
avisarle. A ella le pareció bien, así que no hubo problema en que
se quedara aquí, ya que en mi habitación había dos camas y espacio
de sobra para las dos.
Subí rápidamente a mi
cuarto, y gracias a dios, Louis seguía ahí.
-Entonces ¿qué? -me
preguntó. Yo fui hasta mi ventana, y me senté en ella como hice
ayer.
-Va a venir mañana por la
mañana. Mi madre está de acuerdo -dije alegre.
-Pues tendré una vecina
nueva. Espero que sea más amable que esta- ahí ya no estaba tan
alegre, se me borró la sonrisa. ¿Pensaba que yo no era amable? Vale
que al principio tuviéramos nuestros roces, pero ahora no.
-¿Crees que no soy
amable? -dije seria.
-Que no tonta, te tomas
muy a pecho las bromas -dijo esbozando una sonrisa. Yo cogí el
peine, ya que era lo que tenía más a mano, y se lo lancé -Auch.
-No me vuelvas a hacer
eso, me asustaste -dije ahora riendo, le había dado en la cabeza,
pero no le hizo mucho daño. Él también se rió.
-Solo era una broma
hombre. Hoy los chicos irán a la playa ¿vienes?
-Vale ¿A qué hora?
-A las cuatro y media te
pico.
-Vale.
Seguimos hablando, pero
poco después marchamos a comer. Pero antes mandé el Whats a Ana.
Cuando acabé de comer
subí a la habitación y me tumbé en la cama. Me aburría mucho.
Lamentaba no haber traído mi guitarra aquí, pero luego pensé que a
lo mejor había alguna en el pueblo. Fui abajo para preguntar a mi
madre, y me dijo que mirara en el desván. Si no estaba ahí, no
estaba en ningún lado. Así que allí fui. Al desván.
Subí con unas escaleras
plegables, y abrí esa especia de puerta, como se llame, que había
en el techo. Estaba todo muy oscuro, así que encendí un interruptor
que sabía perfectamente dónde estaba. Me acuerdo que de pequeña
cuando venía al pueblo y no quería recoger mi cuarto me escondía
aquí. Pero la cabeza no me daba para esconder las escaleras
plegables así que siempre me pillaban.
Estaba lleno de cacharros,
muchos inservibles, y otros no tanto. Busqué a ver si había alguna
cosa para quitar el aburrimiento. Si era un guitarra, mejor que
mejor.
Di mil vueltas por allí,
pero entre tantos cacharros no encontraba nada. Me tropecé con un
cuadro, no veáis el dolor de dedo meñique del pie que pillé. Maldecía en voz alta. Miré a ver que era eso que me había hecho
tanto daño, y no era un simple cuadro. Me agaché, había roto todo
el cristal, o a lo mejor ya estaba roto, no se, ni lo sabré. Tenía
una cosa escrita. No tenía ni idea que significaba, a saber que
idioma era.
Cogí mi móvil y escribí
lo que ponía en el traductor, y di a rastrear idioma. Era latín.
Significaba ''La besará, pero solo te querrá a ti''
No sabía que significaba,
pero decidí llevarme el papel, luego lo dejaría en la mesa de la
habitación.
-Mira, ahí está – dije
encontrando una guitarra polvorienta. Gracias a dios tenía una caja
con más cuerdas, porque las que tenía estaban más que reconcomidas
y viejas.
Bajé con todo, y me metí
en la habitación. Eran todavía las tres y media. Quedaba una hora,
así que me puse manos a la obra. Puse las cuerdas buenas, y empecé
a afinarla. Cuando acabé eran las cuatro. Solo quedaba media hora, y
como sé como soy decidí ir a cambiarme ya.
Continuarááááááá...
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Comentar♥
Sigueee porfaaaa
ResponderEliminarEs genial, jo me encanta la nove, al principio me gustó, pero es que ahora quiero que nunca acabe! Es genial, te veo futuro de escritora o algo hahaha, por cierto. Soy nueva lectora, así que lo siento si es tardee pero FELICIDADEES.
ResponderEliminarGracias♥
EliminarSigueeeee porfiii
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