martes, 5 de noviembre de 2013

Capítulo 14


-________, ________. -Oía yo. Abrí los ojos, había mucha luz.

-¿Niall? -dije yo. Estaba en el sofá acurrucada, tenía bastante frío. Él me estaba abrazando.

-Si soy yo – dijo medio riéndose- creo que nos dormimos viendo la película.

-¿Qué hora es? -pregunté. Él miró su reloj.

-Las siete.

-¿LAS SIETE? -dije levantándome a toda prisa- tengo que ducharme, vestirme e ir corriendo a clases.

-Tranquilízate -dijo muy relajado y levantándose lentamente- que hoy es sábado -vale, ahora me sentí un poco tonta, y él se empezó a reír.

-Podías haberlo dicho antes -dije también medio riéndome.

-No me diste tiempo -dijo en su defensa. Yo bufé.

-Bueno, igualmente voy a ducharme y vestirme.

-Si, yo también. Cuando acabes ¿vienes?

-Vale.

-Hasta pronto -dijo dándome un beso en la frente.

Como dije me duché tranquilamente y luego me sequé el pelo. Me vestí, me peiné y listo.
Fui hacia la habitación de Niall. Piqué a la puerta y una voz ronca y grave, medio dormida me dijo.

-¡Adelante! -hmm, esa voz no me parecía para nada la de Niall, ¿me habría equivocado de habitación? Daba igual, yo entré.

-Niall ¿est...? -me callé en cuanto vi que no era precisamente Niall el que estaba allí. Estaba Harry, con el pelo mojado, pero aún así con los rizos marcados, en jeans y sin camiseta.

-¿_____? ¿A qué se debe esta visita? -dijo con esa sonrisa tan irritante.

-No te visitaba a ti bobo. ¿Está Niall?

-Yo que me había hecho ilusiones -dijo en broma- está duchándose todavía ¿Te sirvo yo?

-Pues no -dije sentándome en la cama de Niall, como si fuera mi propia casa.

-Que pena -dijo sentándose él en la suya, estaba enfrente mío y no me paraba de mirar. Yo intentaba apartar la vista y esquivar esa mirada suya tan, tan penetrante. Además que esquivar mirarle a él por esa razón, también lo hacía porque la vista sin querer se me iba a su muy bien ejercitada tableta. Vale, es verdad que en el verano la vi más de una vez pero no se... Seguía resultando impactante que un chico tan vago la tuviera. Era muy perfecta.

-¿Puedes dejar de mirarme así? -ya me estaba poniendo un tanto nerviosa la mirada.

-No -no me esperaba esta repuesta, ¿no podía decir simplemente si?
-¿Por? Es que me pones nerviosa -otra vez, otra vez esa puñetera sonrisa suya que me ponía más nerviosa aún.

-¿Te pongo nerviosa? -dijo sin quitar la sonrisa y alzando una ceja.

-Si -dije, evitando mirarle aún. Pero como no respondía le miré a los ojos, él estaba completamente fijado en mi.

-_______. Quiero decirte una cosa -dijo serio, y se levantó para sentarse a mi lado.

-Dime -dije con el corazón a cien.

Continuará...


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