Capítulo 3

Me hice un poco de daño pero casi nada, miré arriba y vi a un chico rizoso castaño, de ojos verdes azulados. Estaba serio y frío, y me gritó.

-¿PERO QUÉ HACES? ¿ES QUE NO VES POR DÓNDE VAS O QUÉ? Y ADEMÁS ¿QUIÉN ERES? -dijo en un tono bastante elevado para mi gusto.

-Soy _____, la nueva empleada-dije levantándome- lo siento mucho, lo siento.

-Vale, ahora vete a hacerme el desayuno, rápido que tengo mucha hambre -dijo más frío hasta que sus padres. Madre mía, nunca había visto a alguien así.

-Va-va vale -dije yendo a la cocina.

Le hice el desayuno y se lo puse como él me dijo.

Mientras el comía hice su habitación. Luego baje para recoger los platos y cubiertos del desayuno de Harry, y luego los limpié. Entre todo esto ya eran las doce de la mañana. La pequeña Deysi al parecer estaba en el colegio, y Harry pues por ahí... No lo sabía y tampoco le di importancia. Yo seguí a lo mío y limpié un poco la cocina y más tarde empecé a quitar polvo al salón. Mientras estaba en eso, llegó Harry y se tumbó en el sofá. También entró un chico rubio, de ojos azules por la puerta. Éste saludo amablemente pero Harry no le respondió. Solo argumentó...

-Criada, trame algo para beber. Rápido que tengo sed.

-Vale... -dije saliendo del salón para coger un zumo. Estaba intentando coger un vaso del estante pero no podía ya que estaba muy alto. Mientras pegaba saltitos para intentar llegar, alguien dijo por detrás de mí....

-Tranquila, yo lo cojo -me di la vuelta y estaba el chico de antes rubio, me cogió el vaso y continuó- me llamo Niall, soy el que cuida de la niña. El canguro por así decirlo -dijo muy sonriente.

-¡Por fin alguien que sonríe en esta casa! -dije aliviada y el rió- yo me llamo _____, soy la nueva.

-Se nota. Acostúmbrate a Harry, el siempre es así de frío. Al igual que sus padres, menos mal que la pequeñita Deysi no es así. Es un ángel.

-Ya, es muy dulce. Bueno Niall, voy a dar al 'señorito' la bebida.... Ahora vuelvo.

Salí de la cocina y fui a llevarle el zumo.

-Cuanto has tardado ¿eres lenta verdad? -yo no respondí, no quería decir ninguna grosería y sabía que si abría la boca la diría- ¿Por qué no hablas? ¿No tienes boca? ¿O eres retrasada o algo?

Ahí se me cruzó el cable, y sin pensarlo dos veces cogí el zumo y se lo tiré a la camiseta.

-¿ERES TONTA O QUÉ TE PASA? -me dijo cabreado.

-¿No tenía un retraso? Pues mira mi retraso. Puedo ser tu sirvienta y aguantarte, pero que me insultes no lo paso.

Él se quedó callado. Me di media vuelta y me dirigí a la cocina. Cuando entré vi que Niall nos había estado viendo.

(Continuará...)