viernes, 25 de octubre de 2013

Capítulo 29


-Claro que sí Niall -dije feliz. A él le brotó la mayor sonrisa que vi en mi vida.
-¿En serio?

-Claro que sí! -dije, y me abracé a él, y él me devolvió el abrazo.

Así estuvimos unos minutos, hasta que él deshizo el abrazo, pero sin despegarse mucho de mí. Bajo su mano por mi espalda hasta la cadera, mientras que la otra la dirigió a mi mejilla, yo por mi parte puse mis brazos rodeando su nuca.
Se cercó poco a poco hasta que nuestras respiraciones se unieron. Desde luego, este chico sabía bien lo que hacía, era muy delicado en cada movimiento, haciendo pocos pero efectivos. No era de esos que se te lanzan en medio segundo, no. Él, era hasta mejor que los príncipes azules.
Nuestros labios ya casi se rozaban.
-Te quiero desde el día en que te vi entrar por la puerta de esa casa -me susurró- pero siempre tuve miedo a que no sintieras lo mismo por mi.

-Niall... -dije intentando replicarle algo, pero él me calló.

-Shh -ahora si se acercó a mi y me beso cariñosa y dulcemente.

Y ahí estábamos los dos, con tan solo la luz del fuego la chimenea, con un gato entre mis piernas, y besando a ese chico humilde y perfecto. Era tan delicado y cariñoso, que lo convertía en único. ¿Cuántos chicos de hoy en día eran así? Ya te lo digo yo, ninguno. Todos eran unos imbéciles que no aprecian lo que tienen hasta que lo pierden, y se comportan como auténticos cabrones. Pero Niall, no era así.
Cuando nos separamos -pero no mucho, aún bastante pegados- nos miramos fijamente. Esos ojos azules me encantaban.

-Gracias -me dijo.

-¿Por qué?

-Por todo -me dio un beso en la frente, y se levantó del sofá. Nunca había visto tán feliz a Niall -¿Nos vamos ya?

-Vale- cogí con cuidado el gatito, que por cierto se había dormido, y lo dejé en el sofá.

Nos dirigimos a la salida, pero antes pasamos a despedirnos de los padres del rubio.

-Bueno mamá, papá nos vamos ya.

-Vale hijo -dijo Maura- ¿qué tal te pareció la cena ____?

-Estaba estupenda Maura, me encantó- contesté.

-Me alegro que os haya gustado -dijo Bobby. Después hizo un gesto un tanto extraño a Niall, y éste le levantó el dedo pulgar, como que todo va bien- Y bueno, pasar una buena noche -ahora el señor miró a su hijo- pero cuidado no demasiado buena eh.

-PAPA! -dijo Niall poniéndose coloradísimo- venga ____, vayámonos ya anda- yo loúnico que hacía era reírme, me hacía mucha gracia las reacciones de Niall ante los comentarios de Bobby.

Fuimos hasta el coche, y nos dirigimos a la casa. Una vez llegamos, tras unas cuantas risas en el coche, entramos en casa.

-¡YA ERA HORA DE QUE LLEGARAIS! -dijo una voz, bastante peculiar.



Continuará....

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