-Claro
que sí Niall -dije feliz. A él le brotó la mayor sonrisa que vi en
mi vida.
-¿En
serio?
-Claro
que sí! -dije, y me abracé a él, y él me devolvió el abrazo.
Así
estuvimos unos minutos, hasta que él deshizo el abrazo, pero sin
despegarse mucho de mí. Bajo su mano por mi espalda hasta la cadera,
mientras que la otra la dirigió a mi mejilla, yo por mi parte puse
mis brazos rodeando su nuca.
Se
cercó poco a poco hasta que nuestras respiraciones se unieron. Desde
luego, este chico sabía bien lo que hacía, era muy delicado en cada
movimiento, haciendo pocos pero efectivos. No era de esos que se te
lanzan en medio segundo, no. Él, era hasta mejor que los príncipes azules.
Nuestros
labios ya casi se rozaban.
-Te
quiero desde el día en que te vi entrar por la puerta de esa casa
-me susurró- pero siempre tuve miedo a que no sintieras lo mismo por
mi.
-Niall...
-dije intentando replicarle algo, pero él me calló.
-Shh
-ahora si se acercó a mi y me beso cariñosa y dulcemente.
Y
ahí estábamos los dos, con tan solo la luz del fuego la chimenea,
con un gato entre mis piernas, y besando a ese chico humilde y
perfecto. Era tan delicado y cariñoso, que lo convertía en único.
¿Cuántos chicos de hoy en día eran así? Ya te lo digo yo,
ninguno. Todos eran unos imbéciles que no aprecian lo que tienen
hasta que lo pierden, y se comportan como auténticos cabrones. Pero
Niall, no era así.
Cuando
nos separamos -pero no mucho, aún bastante pegados- nos miramos
fijamente. Esos ojos azules me encantaban.
-Gracias
-me dijo.
-¿Por
qué?
-Por
todo -me dio un beso en la frente, y se levantó del sofá. Nunca
había visto tán feliz a Niall -¿Nos vamos ya?
-Vale-
cogí con cuidado el gatito, que por cierto se había dormido, y lo
dejé en el sofá.
Nos
dirigimos a la salida, pero antes pasamos a despedirnos de los padres
del rubio.
-Bueno
mamá, papá nos vamos ya.
-Vale
hijo -dijo Maura- ¿qué tal te pareció la cena ____?
-Estaba
estupenda Maura, me encantó- contesté.
-Me
alegro que os haya gustado -dijo Bobby. Después hizo un gesto un
tanto extraño a Niall, y éste le levantó el dedo pulgar, como que
todo va bien- Y bueno, pasar una buena noche -ahora el señor miró a
su hijo- pero cuidado no demasiado buena eh.
-PAPA!
-dijo Niall poniéndose coloradísimo- venga ____, vayámonos ya
anda- yo loúnico que hacía era reírme, me hacía mucha gracia las
reacciones de Niall ante los comentarios de Bobby.
Fuimos
hasta el coche, y nos dirigimos a la casa. Una vez llegamos, tras
unas cuantas risas en el coche, entramos en casa.
-¡YA
ERA HORA DE QUE LLEGARAIS! -dijo una voz, bastante peculiar.
Continuará....
No hay comentarios :
Publicar un comentario